En un reporte reciente, investigadores del Instituto de Ciencias Fotónicas de Barcelona, España, anunciaron que es posible confinar luz en una heteroestructura tipo van der Waals, formada por monocapas de grafeno y de nitruro de boro hexagonal (hBN) (aislante) y sobre ésta un arreglo de rodillos metálicos. Utilizaron grafeno porque se comporta como guía de luz debido a las oscilaciones electrónicas (plasmones) que interactúan fuertemente con la luz y observaron la propagación de plasmones entre la capa metálica y el grafeno. Para alcanzar el máximo confinamiento, redujeron el espacio entre el grafeno y el metal, hasta que el separador aislante de hBN consistió de una monocapa, y el confinamiento de la luz se mantuvo sin registrar pérdidas de energía adicionales. Así, fue posible continuar con la excitación de los plasmones, que se propagaron libremente confinados en ese reducido espacio de un átomo de anchura. Controlaron el proceso aplicando un voltaje, demostrando así la posibilidad de propagar luz a lo largo de canales con dimensiones inferiores a un nanómetro.
Los resultados se publicaron recientemente en Science.
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