Investigadores estadounidenses crearon un sistema de nanosensores para la detección temprana del rechazo a un trasplante de piel. Los sensores se componen de nanopartículas de óxido de hierro conjugadas con el fluoróforo isotiocianato de fluoresceína (FTIC, por sus siglas en inglés), un inhibidor (del inglés quencher) de la señal del FTIC y un péptido. Éste actúa como substrato específico de la granzima B, la enzima responsable de la activación de los linfocitos T que, a su vez, son las células del sistema inmune que responden para rechazar al trasplante.
Las NPs se administraron por vía sistémica a ratones con un injerto de piel. Se acumularon preferentemente en la zona del tejido donde la granzima B puede seccionar al extinguidor y liberar al indicador fluorescente de la FTIC, que a continuación es excretado del cuerpo mediante la orina. Posteriormente, para detectar si hubo una respuesta al injerto, se analiza la luminiscencia del FTIC presente en la orina.
Este método podría determinar si hay un rechazo del injerto en etapas tempranas, evitando así realizar biopsias u otros procedimientos invasivos para asegurar la supervivencia del paciente y, en caso necesario, iniciar medidas para solucionarlo. En el futuro estos sensores podrían aplicarse para estudiar la respuesta en otro tipo de trasplantes.
La noticia se publicó en Nature y en Nature Biomedical Engineering
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