viernes, 29 de enero de 2021

¿Es posible garantizar el uso seguro de las nanopartículas?


 En las últimas dos décadas, la exposición de los seres vivos a diversos nanomateriales (NMs) ha incrementado debido a su comercialización y a sus aplicaciones industriales.  Sin embargo, la seguridad del uso de muchas nanopartículas (NPs) que hoy se encuentran en productos comerciales o en formulaciones médicas no ha sido determinada en estudios de exposición crónica. 

 

Una revisión bibliográfica hecha por investigadores de Estados Unidos, evidencia que el número de estudios relacionados con la síntesis de nanopartículas (NPs) ha sido mucho mayor que aquellos sobre la comprensión de sus efectos tóxicos, sus riesgos y su bioseguridad. 

 

La toxicidad de los nanomateriales (NMs) depende de varios factores, entre los que destacan la ruta de administración y su exposición intencional o incidental. Las propiedades fisicoquímicas de los NMs pueden determinar su toxicidad, así como su capacidad de ser incorporados a las células y provocar respuestas de toxicidad aguda o crónica. Los principales mecanismos de toxicidad de los NMs en la interfase nano-bio están asociados al estrés oxidativo, daño al material genético, disfunción de la mitocondria, el núcleo y la membrana plasmática.

 

Para determinar el riesgo de las NPs, los autores proponen establecer si éstas se pueden degradar por efecto del metabolismo celular y entonces evaluar la toxicidad de los productos. Si las NPs son persistentes, las propiedades farmacocinéticas como la biodistribución y excreción determinarán su grado de toxicidad. El riesgo que se ha detectado con ciertas NPs ha ocasionado que casi el 20% de las que se utilizan en aplicaciones biomédicas sean descartadas en las fases pre-clínicas por las distintas agencias de regulación en fármacos y alimentos de Estados Unidos y Europa. 

 

Una de las aplicaciones de las NPs es en la oncología. Aquéllas NPs que han avanzado más en las fases clínicas son fabricadas a base de lípidos como las nanomicelas o polímeros como el polietilenglicol (PEG). Sin embargo, los efectos inmunológicos de estos últimos no son claros y aún faltan evidencias sobre su uso prolongado. 

 

La mayor controversia en este campo radica en que todavía no existen protocolos internacionales estandarizados para todas las agencias de regulación que garanticen la bioseguridad de los NMs. 

 

La revisión fue publicada en International Journal of Molecular Science

 

Más información en National Library of Medicine

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