El exceso de calor emitido por los teléfonos celulares, computadoras portátiles y otros dispositivos electrónicos contribuye a su mal funcionamiento y, en casos extremos, a la explosión de las baterías de litio.
Por otro lado, la integración heterogénea de nanomateriales ha permitido aplicaciones avanzadas en electrónica y fotónica. Sin embargo, este no ha sido el caso para las aplicaciones térmicas.
Investigadores de Stanford obtuvieron un aislamiento térmico inusualmente alto a través de estratificar materiales bidimensionales (2D), como el grafeno, MoSe2, MoS2, y WSe2, para crear un aislante de cuatro capas de solo 10 átomos de espesor. A pesar de su dimensión, el aislante es efectivo porque las vibraciones atómicas generan calor que se amortigua y se pierde gradualmente a través de cada capa. El nuevo material mostró una resistencia térmica superior a la de una capa de SiO2100 veces más gruesa, y una conductividad térmica efectiva más baja que la del aire a temperatura ambiente. En el largo plazo, estos metamateriales térmicos son un ejemplo del campo emergente de la fonónica y se podrían aplicar en aislamientos térmicos ultradelgados, en el aprovechamiento de la energía térmica o para redirigir el calor en geometrías ultracompactas.
En el corto plazo, con escudos térmicos más delgados se podrán construir dispositivos electrónicos aún más compactos que los que tenemos hoy en día.
Los resultados se publicaron recientemente en Science Advances.
Mas información en Nanotechnology News.
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